El contagio de las emociones
Las emociones nos ayudan a la hora de tomar una decisión
Desde el punto de vista del individuo que tiene que tomar la decisión, tomar decisiones apoyándonos en nuestro lado emocional puede ser algo bueno o algo malo.Por ejemplo, las emociones nos ayudan a tomar decisiones más rápidas y eficientes cuando son una parte integral de la tarea, por ejemplo, decidir el color de un coche nuevo es una tarea principalmente emocional, ya que es imposible decidir el color de algo con argumentos puramente lógicos.
Cosas como, por ejemplo, el deseo por la novedad o la búsqueda de lo bello, si tienen relación con la decisión que hay que tomar en ese momento, nos ayudan a hacerlo de manera rápida y, generalmente, eficiente.
Pero también nos perjudican
Sin
embargo, las emociones nos perjudican a la hora de tomar una decisión
cuando no están relacionadas con la tarea.
Según un controvertido estudio de investigación realizado
recientemente por Facebook en colaboración con la Universidad de
Cornell, las emociones son contagiosas, incluso cuando se expresan en
una red social.
Los participantes ni siquiera eran conscientes de que estaban participando en un experimento, ya que Facebook lo mantuvo en secreto hasta que se publicaron los resultados del estudio, algo que ha sido muy controvertido.
Según se pudo comprobar, cuando vemos contenido positivo en Facebook nos sentimos mejor, aunque se trate de cosas que han ocurrido a otras personas que ni siquiera conocemos.
También se pudo comprobar que las personas que recibían más mensajes con contenido emocional, positivo o negativo, a su vez eran más propensas a escribir mensajes ellos mismos en su muro de Facebook.
Es decir, que las emociones no sólo se contagian, sino que nos hacen ser más comunicativos, ya sea para expresar lo bien o lo mal que nos sentimos.
El efecto, en el caso de las redes sociales, parece que es muy pequeño, pero en experimentos donde el contacto entre personas es más cercano, el contagio parece ser mayor.
La valoración emocional de los hechos
Cuando algo ocurre, las personas hacemos una valoración de si es emocionalmente bueno o malo, lo que se conoce como valoración primaria.En función de esa valoración, nos sentimos bien o nos sentimos mal.
Esta es la primera parte de lo que se conoce como Teoría de la Valoración Emocional (Appraisal Theory).
La importancia de este fenómeno radica en que un mismo hecho puede producir sentimientos opuestos en personas distintas.
Antes de tomar una decisión, evaluamos cómo nos va a hacer sentir, lo que se conoce como valoración secundaria.
Esta es la segunda parte de la Teoría de la Valoración Emocional.
Supongamos que estamos pensando en hacer algo.
Si pensamos que nos va a hacer sentir emocionalmente bien, lo hacemos, y si pensamos que nos va a hacer sentir emocionalmente mal, no lo hacemos.
Si conocemos la valoración que alguien hace del entorno, podemos predecir sus reacciones.
Si se produce un cambio de circunstancias, podemos cambiar nuestra valoración emocional, y nuestra decisión puede cambiar.