La jerarquía de nuestras metas
Una de
las razones por las cuales las personas fracasan a la hora de crear mentas es
que ellos no entienden los diferentes tipos de metas que existen en nuestra
vía. Por ejemplo, la meta principal de nuestras vidas puede incluir:
- Desarrollar una nueva habilidad: Tal vez tu siempre has querido aprender una nueva habilidad, tocar un instrumento o ser mejor creando nuevas relaciones en tu vida.
- Destruir un mal habito: Dejar de fumar, alejarse del alcohol o incluso de malas amistades.
- Alcanzar resultados específicos: Esto puede ser el crear una relación íntima con tus amigos más cercanos, ser económicamente libre o alcanzar una posición en tu empresa.
La manera
en como tu manejes estas metas siempre va a variar dependiendo el tiempo que se
necesite para alcanzarlos. Algunos serán a corto o mediano plazo, mientras
otros necesites crearlos a largo plazo.
Las metas
que nos proponemos serán categorizadas en uno de estos grupos:
Una
visión suprema de vida: Este es propósito más grande de nuestras vidas, el cual
hemos definido al describir nuestra lápida/obituario. Esta meta con certeza no
puede ser obtenida después de un par de pasos, ésta meta define el camino que
recorreremos prácticamente por el resto de nuestra vida.
Metas a
largo plazo: Estas
son las metas principales en cada una de las 7 áreas de nuestra vida, las
cuales nos acercan a alcanzar la visión suprema de nuestra vida. Metas a
mediano plazo: Estas metas son como el hilo conductor entre los primeros pasos
que damos en la dirección de nuestra visión de vida y nuestras metas a largo
plazo. Son como puntos de control en los cuales podemos verificar si nos
estamos moviendo en la dirección correcta.
Metas a
corto plazo: Estas
metas son fragmentos de las metas a mediano plazo, las cuales podemos completar
poco a poco y con mucha más facilidad que si nos enfocamos en alcanzar una meta
completa de una sola vez.
Crear
metas es una habilidad en sí, y el obtenerla es una meta que todos debemos
alcanzar también. Se requiere de tiempo, compromiso y tiempo para alcanzar
nuestras metas; sin embargo, el proceso se hace menos pesado a medida que
reconocemos que estamos progresando y vamos alcanzando nuestras metas a corto
plazo.
Cada meta merece ser celebrada ya que cada una hace parte de la visión
suprema que alcanzaremos más adelante.
Algo que
debes tener muy claro, no debemos tener demasiadas metas a largo plazo, ya que,
si hacemos esto, nos sentiremos abrumados y perderemos la perspectiva de
aquello verdaderamente importante para nosotros.
De la misma manera, si
nosotros tenemos demasiadas metas a corto plazo, nos podemos perder por el
camino y nos quedaremos estancados en la primera etapa de la montaña, dando
vueltas y vueltas en el mismo nivel, sin hacer un verdadero progreso.
Ejemplo:
Una meta a largo plazo que te puedes proponer es ser económicamente libre, con
el fin de tener más tiempo para ti y tus seres queridos.
En este caso, tu meta
a mediano plazo puede ser convertirte en tu propio jefe y crear tu propia
empresa.
Por
último, tu plan a corto plazo sería, crear un plan de negocios y tal vez
construir una página de internet con la cual vas a vender tu producto. Aunque
todas estas metas son diferentes, cada una de ellas sirven al mismo propósito.
Completar
metas a corto plazo nos permite tener ganancias de manera rápida y regular:
Uno de
los beneficios de lograr las metas a corto plazo es que obtendremos gran
satisfacción en el proceso en el que nos encontramos. Esto nos da la sensación
de que nos estamos moviendo hacia adelante, acercándonos cada vez más a la
visión de vida que hemos creado para nosotros mismos.
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